El Govern de les Illes Balears ha hallado argumentos legales en la
disposición transitoria 8ª del reglamento de la ley de costas de
1988, para detener las obras de ampliación y reforma del Robinson
Club de Cala Serena (Felanitx), cuya inversión, de 5.500 millones
de pesetas, ha sido motivo de polémica, sobre todo porque el
complejo turístico se expande hacia una península boscosa.
Por esta razón, la Conselleria de Medi Ambient, ha instado al
Consell Insular de Mallorca y al Ajuntament de Felanitx a que
revisen la reforma del plan parcial de ses Savines d'Abaix,
aprobado en 1986, zona en la que está el Robinson Club, ya que la
citada ley prevé que los planes parciales deberán adaptarse a
ella.
Actualmente, el Robinson Club ha vallado la península dejando 20
metros de distancia entre el mar y la zona donde comienza la
actividad de las obras. En este sentido, esta revisión supondría
pasar de la actual zona de servidumbre del mar de protección de 20
metros a los 100 estipulados por la ley de costas.
El director general de Litoral de la Conselleria de Medi
Ambient, Onofre Rullan, explicó que, según la ley de costas, el
plan parcial de esta zona de Felanitx «debería haber sido adaptado
a la ley, a no ser que esto hubiera sido impedido por la
Administración». Rullan aseguró que esta ley establece que la
distancia del mar deberá establecerse en 100 metros excepto en dos
casos: si da lugar a pagar indemnizaciones o si es geográficamente
imposible. Esto último puede suceder si se trata de un plan parcial
de una zona muy pequeña, explicó Rullan, quien añadió que en este
caso los metros de servidumbre del mar irán descendiendo de forma
«gradual» hasta el máximo en que puedan establecerse y un mínimo de
20 metros.
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