El colectivo de trabajadores de Majórica se muestra preocupado. Foto: CATERINA VENY

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RUIZ COLLADO/M.FUSTER Majórica registró en los ejercicios 1999 y 2000 beneficios por valor de 660 millones y 1.210 millones, respectivamente, que suponen un incremento porcentual de un año para otro de un 83%. Esta trayectoria empresarial, sin embargo, al aplicarse los intereses, tasas y amortizaciones, provocó que el balance contable quedara descompensado de forma negativa por el fuerte endeudamiento crediticio, según señala su ex director general Carlos Coloma.

Para Coloma, «la empresa no es rentable para sufragar la deuda crediticia que tiene contraída. El planteamiento financiero no genera dinero para pagar los créditos pendientes, que según ha transcendido en la prensa alcanza los 7.000 millones de pesetas». Añade que durante el año 2001, «la ejecución del plan de viabilidad continuaba estando afectado por el fuerte endeudamiento que tiene la compañía. Situación que se produjo en el mismo momento en que se realizó su adquisición, en abril de 1998. El plan financiero era arriesgado, de ahí que la única solución que cabe es inyectar dinero para reducir la deuda con el fin de que el gasto financiero sea más bajo. Aquí, se encuadra ampliación de capital».

Coloma, que asumió la Dirección General de Majórica entre marzo de 2000 y julio de 2001, considera que «se trabaja para pagar la deuda crediticia. Lo ideal es que la deuda fuera menor, pero el plan financiero que se planteó en su día fue muy arriesgado, que es lo que ha descompensado el balance final de los últimos ejercicios. Majórica es viable porque tiene un producto bueno, sus productos están presentes en 112 países y la profesionalidad de sus trabajadores está fuera de toda duda. Quiero dejar claro que quiero lo mejor para una empresa en la que he trabajo muy a gusto y porque creo en su gente. Mi salida de la empresa se decidió de mútuo acuerdo con la propiedad».

El anuncio de que la próxima semana habrá junta extraordinaria en Barcelona, a la cual asistirán los representantes de Alpha Private Equity Group, Corphin, PRC y Fibex, para aprobar una ampliación de capital que reduzca la deuda crediticia, fue analizado también por Coloma.