Fomentar la recuperación de la raza autóctona mallorquina del ca me
para conseguir una mejora morfológica y también en la práctica de
la caza, representa el principal objetivo del I Gran Premi des Ca
Me Mallorquí, que se celebró ayer en la finca de sa Barraca de la
localidad felanitxera de s'Horta.
El primer concurso de esta raza autóctona generó una gran
expectación y consiguió reunir a unos veinte participantes que
exhibieron orgullosos sus cans mens, una raza de animales cazadores
que iniciaron su decadencia a mediados del siglo pasado con la
llegada de otrasrazas extranjeras. Desde el año 1996, en que se
constituyó el Club del Ca Me Mallorquí, organizador del acto, el
número de perros autóctonos ha ido in crescendo, «lo cual evidencia
su recuperación», explica el presidente del club, Francesc Mir.
La jornada de ayer comenzó con las pruebas de morfología, que
consisten en la valoración, por parte de un jurado, de todos los
aspectos recogidos en el estándar de la raza: unas determinadas
medidas de la cabeza, así como del cuerpo, la coordinación de los
movimientos, el estado físico del animal, entre otros», comentó
Mir.
El plato fuerte del concurso fueron las pruebas de caza. Los
cazadores con su ca me y su escopeta recorrieron una vasta llanura
a la captura de codornices. En esta prueba, los canes tuvieron que
exhibir la manera de cazar, la muestra y la portada de piezas, el
rastreo, pero también la disciplina y la obediencia a su amo.
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