La delicada situación económica de Majórica se ha agravado en el último cuatrimestre de 2001.

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Majórica anuncia que el cambio de actitud del Govern respecto a su estrategia de ayudas a la empresa perlera de Manacor, «puede llevar a la quiebra a la sociedad, ya que necesitamos el apoyo del Ejecutivo autonómico dentro de la estrategia adoptada para salvar a Majórica. No se entienden muy bien las reticencias de los últimos días y las palabras del conseller d'Economia, Pere Sampol, de dar largas al asunto, cuando es una cuestión que requiere inmediatez», indicaban ayer fuentes de Majórica.

Los accionistas de Majórica han decidido aprobar una ampliación de capital de 3.800 millones de pesetas, «que será aportado con capital nuevo en gran parte. A esto hay que sumar el acuerdo alcanzado con el Santander Central Hispano (SCH) de establecer un período de carencia de tres años del pago de la deuda y el que hemos llegado con los sindicatos».

La empresa, a la vista de estos acuerdos alcanzados para reflotar Majórica, considera esencial el apoyo del Govern, «todo lo anterior necesita el complemento del Govern, ya que es la tercera pata del plan de salvación de la empresa. Las negociaciones con el Ejecutivo autonómico iban por buen camino hasta la semana pasada en lo que respecta a arbitrar ayudas para prejubilaciones con dinero procedente de los organismos estatales arbitrados para ello y que se avalara a la sociedad con un préstamo, tal y como han hechos otras ejecutivos autonómicos para evitar el cierre de empresas en sus regiones. Se trata de ayudas legales. Esta opción, visto como han transcurrido los acontecimientos, no va por buen camino ante el cambio de actitud adoptado por el Govern».

Para Majórica, «la estrategia del Govern de dar largas para tomar una decisión sobre su participación en el plan de salvación de la empresa, puede llevar a la quiebra de la sociedad. La situación de Majórica en estos momentos es crítica y necesitamos el apoyo del Govern para salir de la actual coyuntura de crisis». Valora de forma positiva la decisión del Govern de colaborar con la empresa y sindicatos para reflotar la empresa, «pero en los últimos días nos ha sorprendido lo que ha pasado, de ahí que ello hace peligrar el plan de salvación de la empresa.

Para dar una idea de la situación, indicar que la sociedad no ha podido pagar la amortización de la deuda de diciembre a los bancos por la falta de liquidez. No hay dinero y urge tomar una decisión drástica para salvar la empresa y evitar la suspensión o la quiebra de Majórica. La situación es tan complicada que se puede decir que el futuro de Majórica está prácticamente finiquitado en caso de que todas las partes involucradas apoyen el proyecto aprobado para salvar la empresa. Aquí, entra el papel que tiene que cumplir el Govern, dado que el resto de implicados ya han actuado en consecuencia».