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CATERINA VENY/ J.M.S. Indignación, impotencia y mucho miedo. Estos son los ánimos de los padres y madres de alumnos del colegio público de s'Alqueria Blanca (Santanyí). La tranquilidad que se respiraba en el pequeño núcleo se ha visto alterado por la amenaza de un perro de raza rotweiler que campa a sus anchas y que en repetidas ocasiones ha atacado a los escolares sin llegar a dañarlos. Ahora, los padres se plantean dejar de llevar a sus hijos al colegio o inscribirlos en otro centro ante la presencia de este animal. «Exigimos vigilancia policial en la entrada y la salida del colegio, de lo contrario nos llevaremos a nuestros hijos a otro centro y éste quedará vacío», explica indignada Silvia Corcuera, una madre que ve con preocupación la amenaza que supone un perro suelto.

El rotweiler problemático pertenece a un vecino propietario de un taller que se ubica justo al lado del centro docente. La única calle de acceso habilitada para los escolares es la misma en la que está el taller. «El propietario del animal se ríe de nosotros porque no ve el peligro que supone que el perro se escape continuamente y atemorice a los vecinos y los alumnos», asegura una madre.

Los denunciantes aseguran sentirse desprotegidos legalmente y «olvidados por la Administración». De hecho, han presentado un gran número de denuncias ante la Guardia Civil, la Policía Local y el Ajuntament de Santanyí y, sin embargo, no les han escuchado «porque el perro continúa aterrorizando». «¿Tendrá que pasar una desgracia para que los organismos competentes nos ayuden?», se cuestionan los padres. De cualquier modo, el dueño del perro de raza catalogada como peligrosa ha sido avisado en varias ocasiones por la Policía Local para que mantenga al perro atado o con las barreras del taller cerradas. Sin embargo, el dueño «ha hecho caso omiso», concluyen los padres. De momento, los progenitores continuarán llevando a sus hijos al colegio pero con la preocupación de que sean atacados por el animal.