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JOSEP ROSSELLÓ/M.B. Los informes municipales certifican que varias casas de sa Porrassa amenazan ruina. Una vez firmado el decreto, inquilinos y propietarios tendrán un plazo de 15 días para presentar alegaciones, han informado fuentes municipales, que también han admitido que «se deberá buscar una solución para las familias afectadas». La zona en que se ubican estas casas es suelo urbano calificado PERI (Plan Especial de Reforma Interior). Según el Ajuntament, es el «último caso de chabolismo» en Calvià.

Los siete inquilinos de las tres últimas casas habitadas ya han expresado su preocupación. Máximo Castillo Gómez, jubilado que cobra 55.000 pesetas mensuales y paga 1.700 pesetas de alquiler, lleva 36 años en sa Porrassa. Les han dicho «de palabra» las intenciones del Consistorio y asegura no tener donde ir: «Tenemos unos derechos y no podemos ir a ningún sitio; si nos desalojan iremos a vivir al Ajuntament».

El conjunto de viviendas de sa Porrassa fue adquirido hace unos años por la sociedad Franco Galaica SL. Esta empresa alcanzó acuerdos económicos con varios inquilinos, que han cambiado de domicilio. Un portavoz de esta sociedad comentó a Ultima Hora que nunca pretendió «una declaración de estado de ruina» y que un arquitecto gestiona el permiso de rehabilitación. Los inquilinos denuncian haber sido amenazados y Franco Galaica lo niega: «El trato a los inquilinos ha sido siempre cordial, respetuoso y defendiendo sus derechos».