Subir a Lluc por la carretera desde Caimari se ha convertido en una
auténtica odisea. Los conductores que decidieron emprender ayer
esta ruta se tuvieron que enfrentar con retenciones de hasta tres
cuartos de hora. La culpa de estos graves atascos la tienen las
obras de asfaltado que se ejecutan en el tramo de carretera entre
el Coll de sa Batalla y Caimari. La empresa responsable de las
obras cortó ayer el tráfico al paso de camiones y autocares y sólo
dejaba pasar coches, motos y bicicletas de forma muy restringida.
Las restricciones se aplicaron a la entrada de Caimari y junto a
la gasolinera del Coll de sa Batalla. En ambos lugares, un operario
de la empresa constructora paraba los coches. Junto a él había un
cartel advirtiendo de posibles colas de hasta 30 minutos y
aconsejando rutas alternativas para ir a Lluc, pasando por Pollença
o Sóller. Para regular los flujos de tránsito se seguía un
procedimiento de lo más rudimentario. Al último coche que pasaba de
cada grupo se le daba un papelito que tenía que entregar al
operario de la empresa al final del trayecto. Esa era la señal para
cambiar el sentido del tránsito.
Esta forma de regular el tránsito provocó unas colas de
escándalo, sobre todo en Caimari, donde se acumulaban decenas de
coches. La mayor parte de los afectados por las retenciones eran
turistas extranjeros con coches de alquiler. Los transportistas de
camiones y autocares, advertidos de la prohibición de paso,
buscaron rutas alternativas y lo mismo hicieron los autocares
turísticos. Las restricciones del tránsito se prolongarán hasta día
20 de junio.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.