La antena de telefonía móvil a la que los vecinos de la zona de
Portocolom, donde se cruzan la calle Rodrigo de Triana y el Camí de
Can Gaià, achacan la aparición de 23 casos de cáncer desde que
entró en funcionamiento hace dos años y medio, ha sido paralizada
de forma cautelar por el alcalde de Felanitx, Miquel Julià (UM),
porque el citado repetidor no cuenta con la preceptiva licencia de
instalación ni de actividad.
En el decreto de Alcaldía, Miquel Julià argumenta que los
repetidores «pueden llegar a representar un factor destacado de
conflictos en nuestra sociedad y una fuente permanente de
perturbación en la calidad de vida de los ciudadanos». En este
sentido, el batle añade que las antenas se han convertido en «un
grave problema, propio de una sociedad tecnológicamente avanzada» y
reconoce que «estas instalaciones producen una inquietud y una
preocupación cada vez mayor en nuestra población, como muestra la
intensa polémica que se ha desencadenado en los últimos meses».
Ahora, la empresa propietaria de la antena tiene un periodo
«improrrogable de cinco días para acreditar la legalidad de la
actividad». Además de la carencia de licencias, el edificio de la
calle Rodrigo de Triana donde está ubicada la antena tiene abierto
un expediente de infracción urbanística por exceder un metro la
altura permitida.
Este expediente ha sido recurrido también por la empresa titular
de la antena y se encuentra en proceso contencioso
administrativo.
Los vecinos de esta zona consideran que es «mucha casualidad» que
desde que se instaló la antena hayan aparecido 23 casos de
cáncer.
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