Prácticamente ningún vecino de la Vila quiso perderse ayer el cierre de la iglesia. (Foto: E. BALLESTERO).

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La parroquia de Santa Margalida cerró ayer oficialmente sus puertas en medio de una gran fiesta popular en la que se juntaron tradición y devoción.
La iglesia de Santa Margalida será sometida a una importante rehabilitación que incluirá la sustitución de la cubierta y la reforma de la fachada. Las obras costarán más de 1'2 millones de euros (200 millones de pesetas) y serán financiadas mediante un crédito que la parroquia ha suscrito con el Obispado. El Ajuntament colaborará con unos 300.000 euros (50 millones de pesetas).

Los actos de clausura de la parroquia comenzaron ayer a las ocho de la tarde con la concentración de unas trescientas personas en la plaza de la Vila. Desde allí, acompañados de la banda de música y de los xeremiers de Santa Margalida, partieron hacia la iglesia, situada en la calle Constitució. Una vez en la iglesia y ante las imágenes de Santa Margalida, Sant Mateu y la beata, los dimonis rompieron simbólicamente las tejas de la iglesia sin perder el peculiar estilo que demuestran cada año rompiendo las tradicionales jarras en el transcurso de la procesión de la beata.