Todas las partes implicadas han consensuado el documento firmado ayer. Foto:A.B.

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El proyecto de adecuación paisajística del límite urbano de la Colònia de Sant Jordi, más conocido como el paseo marítimo, después de muchos tiras y afloja, muchos cambios y diferentes alegaciones ha conseguido llegar por fin a buen puerto. Y lo ha hecho con el consenso de todas las partes implicadas: Ajuntament de ses Salines, Govern, Demarcación de Costas y las dos plataformas, a favor y en contra del paseo. Ayer, se firmó el documento definitivo del proyecto que supone que después de casi un año de negociaciones se ha llegado a un acuerdo satisfactorio para todos, y las obras podrían empezar muy rápido. En octubre o noviembre se adjudicarán y, a principios del 2003 o incluso a finales de año, podrían empezarse las obras.

En la contratación se valorará el tiempo de ejecución, fijado en 12 meses, por lo que el verano próximo ya se podrían contar con las infraestructuras básicas del paseo. Así lo anunció ayer el director general de Costas, Fernando Garrido. El centro cívico de la Colònia de Sant Jordi sirvió de marco para firmar dos acuerdos muy importantes. Por un lado, el documento definitivo, que incluye la primera y la segunda fase del proyecto y, por otro, un protocolo de mantenimiento del paseo entre el Ajuntament y el Ministerio de Medio Ambiente. Al acto, asistieron, además de Garrido, el director de Ports i Litoral, Nofre Rullan; el alcalde del Ajuntament de Ses Salines, Joan Burguera; el representante de la plataforma a favor del paseo, Mateu Garcías; el portavoz de la plataforma en contra, Jesús Garcia, y los regidores Antoni Caldentey (UM) y Sebastià Burguera (PSOE), así como el técnico del proyecto, Carlos Jover.

La actuación se concreta en una inversión de cinco millones de euros. Se trata de un paseo de 3'2 kilómetros que va desde el puerto hasta las inmediaciones del hotel Marqués del Palmer. El objetivo, según Carlos Jover, es «eliminar el tránsito rodado de la primera línea, conferir cualidad a la fachada marítima y compatibilizar el paso de peatones con la preservación de las colonias botánicas del litoral». En cuanto al tratamiento, se utilizará piedra. En algunos tramos no se ha podido prescindir de las pasarelas de madera. La iluminación será de balizamiento frente al litoral. El acceso de los vecinos se ha hecho a través de adoquines y farolas de la misma altura.

El Govern balear, la plataforma Amics del Litoral y el PSOE presentaron una serie de alegaciones a la segunda fase del proyecto que han sido aceptadas y se ha recogido en este documento de consenso. El paseo se ha estrechado un metro con respecto al inicial y se han eliminado algunas pasarelas. «Hemos conseguido un documento que recogía las aspiraciones de todos. El tiempo de negociaciones ha sido largo pero ha valido la pena. La pretensión ahora es acelerar los trámites e iniciar las obras lo antes posible, manifestó Fernando Garrido.