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La fuerte tromba de agua que el jueves pasado cayó sobre diversos puntos de la comarca de es Raiguer inundó de agua completamente negra los terrenos de una finca ubicada junto a la carretera Inca - Binissalem, en el término municipal de Lloseta. Los propietarios de la finca inundada comunicaron los hechos a la Policía Local de Lloseta, que se trasladó hasta el lugar para comprobar la magnitud de la inundación y tomar muestras del líquido para poder analizarlo.

Los hechos fueron también comunicados a los responsables municipales, que se comprometieron con la propiedad de los terrenos a investigar las posibles causas de lo ocurrido. Ante ello, desde la agrupación ecologista Gadma (Grup d'Amics en Defensa del Medi Ambient) hicieron públicas ayer sus sospechas de que la inundación de agua totalmente negra guardara relación con la presencia de carbón en la fábrica de cementos de Lloseta, con la que linda la finca inundada.

«Nuestras sospechas se basan en que esta empresa debe de tener y no tiene el carbón dentro de hangares o tapado y sobre una capa impermeabilizada para evitar que éste se filtre dentro de la tierra», manifestó el portavoz del grupo, Bernat Fiol, que añadió que el carbón «es una de las sustancias que más contaminan el agua». Por otra parte, Fiol también criticó al Govern por «otorgar certificados de garantía a industrias potencialmente contaminantes y no encargarse, luego, de comprobar mediante las visitas pertinentes, que los parámetros de calidad se siguen cumpliendo una vez dado el certificado».