Los vecinos de Son Verí Nou mostraron su disconformidad con una sentada en la carretera. Foto: M.A.CAÑELLAS.

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CHEMA OROZ Cerca de doscientas personas cortaron ayer, durante algo más de media hora, la carretera de Cala Blava, en el cruce de unión con la urbanización de Son Verí Nou. Esta medida, promovida por la asociación de vecinos de Son Verí Nou, tuvo como principal objetivo mostrar su disconformidad ante la intención del Ajuntament de Llucmajor de permitir la construcción en la zona un colegio privado de 10.000 metros cuadrados.

A las ocho de la tarde, los vecinos de la urbanización comenzaron a sentarse en la carretera mientras hacían sonar con fuerza silbatos repartidos con anterioridad. Tras unos primeros minutos de ruido y cánticos en contra de la medida del Ajuntament de la localidad y de sus dirigentes, Bartomeu Salom, presidente de la asociación de vecinos, se dirigió a los asistentes con un megáfono. «Nosotros no nos oponemos a la construcción de un colegio aquí, lo que no aceptaremos es que hagan uno de 10.000 metros cuadrados cuando sólo se puede realizar uno de 2.500. Es una monstruosidad», señaló Bartomeu Salom entre aplausos.

Pese al importante número de personas que permanecieron sentadas en la carretera, no se registró ningún tipo de incidente y la concentración transcurrió con total normalidad. Los miembros de la Guardia Civil controlaron el tráfico con fluidez y tan sólo se dieron pequeñas retenciones durante el acto en la carretera de entrada a Son Verí Nou.