El concurso de pisar uva genera una gran expectación entre los jóvenes y mayores.

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TOMEU GARCIES Los binissalemers volvieron a demostrar este año que no han perdido, ni por asomo, la técnica ancestral con la que sus antepasados esprimían la uva para obtener el valioso mosto. Lo que en el pasado era un trabajo ha derivado en una auténtica competición con el concurso de pisar uva que ha cogido fuerza en las Festes des Vermar y que acabó este año con 1.200 kilos de uva exprimidos.

Uno de los momentos más especiales fue la llegada de la uva en carros a la plaza. Este año, como novedad, los miembros de la agrupación folklórica Tall de Vermadors acompañaban el desfile tocando canciones de la vendimia. Después llegó la hora de que los participantes demostraran su técnica. Las reglas del concurso son muy estrictas en este sentido, ya que los vendimiadores tienen que pisar la uva agarrados por los brazos y dando vueltas dentro de la cuba, con la vestimenta típica de cassot.

Cada equipo disponía de un tiempo de seis minutos para pisar hasta 50 kilos de uva dentro de un cubo y extraer el máximo de litros de mosto. El trabajo se hacía por turnos en relevos de dos personas. Después, el mosto obtenido se usará para producir una limitada partida de vino.

Los premios eran suculentos y se repartían en 240, 180 y 120 euros para los tres primeros clasificados. Para los más jóvenes, los premios eran de 120, 90 y 60 euros. El primer premio recayó en el equipo integrado por Xisco Vicens, Guillem Moyá, Biel Alomar y Pere Antoni Ripoll, con 10'1 litros. En el concurso infantil, por primera vez, se produjo un empate técnico por el primer puesto.