Los tapices azabaches de grillos son la constante bajo el alumbrado de algunas vías públicas.

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La alarma y el mal estar generados a raíz de la plaga de grillos extendida a media Mallorca ha obligado a que los ayuntamientos afectados adopten medidas para erradicar a los molestos insectos que este fin de verano han proliferado de una manera espectacular. Mientras algunas administraciones locales han decidido exterminar la plaga por una vía más radical, como es el caso del Ajuntament de Llucmajor, que ha ejecutado una campaña de fumigación, otros han optado por estar a la espera y ver cómo evoluciona la extraña plaga, como sucede en Porreres, Santanyí y Manacor, entre otros.

Mientras los ayuntamientos afectados por la plaga de grillos han iniciado un conjunto de actuaciones para erradicarla, esta iniciativa no se ha correspondido con una actuación del Govern. En este sentido, desde la Conselleria d'Agricultura se ha descartado cualquier tipo de campaña al considerar que la plaga «no afecta a los cultivos». Por su parte, las conselleries de Salut y Medi Ambient ha explicado que no se hacen controles de plagas.

Las múltiples denuncias de vecinos registradas en el Ajuntament de Llucmajor en relación a la proliferación de grillos han obligado a promover una campaña de fumigación. «Contamos con un funcionario titulado en la aplicación de productos fitosanitarios que ha fumigado en las zonas más afectadas del municipio, como Bahía Azul, sobre todo en la plaza de Sa Lluna», ha explicado Sebastià Artigues, delegado de Medio Ambiente del Consistorio de Llucmajor.

En ses Salines, el alcalde del municipio, Joan Burguera, manifestó que durante el pasado mes de agosto, se llevó a cabo una actuación de fumigación en el alcantarillado. En esta ocasión, la campaña «iba dirigida a acabar con las cucarachas, aunque también afectó a los grillos», matizó el batle. La mayor parte de los ayuntamientos consultados y que también sufren la proliferación de grillos por las elevadas precipitaciones del pasado verano han decidido esperar al descenso de las temperaturas con la llegada del invierno. Con la nueva estación, los grillos desaparecen.