En apenas un segundo se derrumbó el complejo.

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Fue visto y no visto. En apenas unos segundos los apartamentos inacabados de Na Borges, en Son Serra de Marina, se convertían ayer en polvo devolviendo al paisaje su naturaleza original. La estructura del edificio, de planta baja y piso apenas dejó tiempo para apreciar el derribo y sólo una gran nube de polvo dejaba constancia de lo que allí ocurría.

A las 13.30 horas, los técnicos dinamitaban así un edificio que desde hace más de una década afeaba el paisaje natural de la playa de Son Serra. El último derribo que el Govern balear ha financiado con dinero de la ecotasa estuvo acompañado de una gran fiesta. Los dimonis de la Vila no quisieron perderse el evento, hubo música, pasacalles y comida para todos.

Desde las 12 horas una gran multitud se fue colocando en las inmediaciones de los apartamentos. Los curiosos se encaramaban a azoteas y terrazas para obtener una mejor perspectiva.

El presidente del Govern, Francesc Antich y el conseller de Turisme, Celestí Alomar, encabezaban la delegación oficial, ambos simularon apretar el botón que hizo volar por los aires el complejo para dejar minutos después la dinamita en manos de los técnicos.

El Govern balear compró hace apenas dos semanas con dinero procedente de la ecotasa el solar de 3.937 metros cuadrados en el que estaban los inacabados apartamentos de Na Borges, en situación de abandono desde 1988.

El conseller Celestí Alomar explicó que en un principio los promotores tenían licencia para construir un complejo de 41 apartamentos de tres alturas, subterráneo, planta baja y primera además de una piscina central comunitaria. Años después, tras la modificación de la normativa urbanística de Santa Margalida, municipio en el que se ubica el complejo, la licencia se redujo a 17 apartamentos. El Govern ha pagado 1.964.320 euros para evitar una nueva construcción y poder demoler la ya existente.

El president Antich dijo: «Es un paso más en la aplicación de la ecotasa, símbolo del cambio por el que hemos apostado. Apostamos por una mejora del modelo turístico y por ser solidarios con las generaciones futuras».

El conseller de Turisme, Celestí Alomar señaló: «La ecotasa elimina el impacto negativo para reutilizar el paisaje».

El delegado municipal de Son Serra, Joan Canet recordó: «Esta es una reivindicación del pasado que hace años que esperábamos y con la ecotasa lo hemos conseguido».