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Ocho años. Desde 1994 hasta 2003, este es el período de tiempo que comprende la historia, no exenta de polémica, de la ampliación del puerto deportivo del Club Náutico de la Colònia de Sant Pere. Tras ocho largos años, marcados por un contencioso-administrativo que paralizó las obras en 1996 y que se suma a una serie de modificaciones al proyecto de la fachada marítima; esta misma semana, se han reiniciado las obras, que podrían finalizar el próximo verano.

No obstante, la modificación del proyecto de urbanización de la fachada marítima del puerto, que contempla la construcción de un edificio de servicios con un aula destinada a la investigación del Parc Natural de Llevant, no abrirá sus puertas hasta pasado el verano. Pero, según informaron el presidente del Club Nautico, Agustí Espinosa y el tesorero, Tomeu Company, «a partir de junio, las embarcaciones ya podrán disponer de la nueva explanada para amarrar, así como el servidor de combustible. Así que el puerto deportivo ya estará operativo».

Con la modificación de la fachada marítima, destinada a reducir el impacto visual del primer proyecto, el nuevo edificio de servicios se hallará integrado en la pendiente del subsuelo. La construcción dispondrá de una planta baja con terraza superior, que se empleará de mirador marítimo. La ampliación del puesto implica un notable cambio urbanístico. De un reducido muelle de pescadores se ha pasado a un puesto con más de 300 amarres para embarcaciones recreativas y profesionales.