El proyecto de consolidación de la peña consistirá en la
instalación de un sistema de mallas metálicas que impidan el
desprendimientos de rocas.
Los trabajos han comenzado con la limpieza de la cornisa.
Durante estos días se ha procedido a la retirada de la maleza de
tal modo que se facilite la colocación de las mallas.
El Govern, en base al decreto aprobado con motivo de las
inundaciones y temporales, aportará 600.000 euros (unos 100
millones de pesetas) para rehabilitar el entorno del santuario de
Gràcia puesto que, en gran medida, las condiciones en que se
encuentra la peña son debidas a los temporales de lluvia y viento
del año pasado.
Las obras tienen previsto un plazo de duración de tres
meses.
Por su parte, el Ajuntament subvencionará con 6.010 euros el
proyecto elaborado por el Obispado y aprobado por la comisión, de
la que forman parte la Conselleria de Presidència y los
ayuntamientos de Llucmajor y Algaida.
El pasado mes de mayo, el Ajuntament de Llucmajor y la parroquia
de Sant Miquel acordaron el cierre inmediato del santuario de
Gràcia de forma indefinida hasta poder garantizar la integridad
física de los visitantes. Las fuertes lluvias registradas a
principios del año pasado provocaron desprendimientos de piedras de
«unos 35 centímetros de longitud y más de tres kilos de peso que
caen desde una altura de 50 metros», lo que originó la alarma. Los
técnicos del Instituto Geológico Minero aconsejaron el inmediato
cierre del santuario para evitar daños personales.
Esta drástica medida supuso la cancelación de 35 bautizos, bodas
y comuniones cuya celebración se trasladó a otros lugares.
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