El Claustre de Sant Domingo de Inca, inaugurado oficialmente el
pasado 23 de abril por el alcalde de Inca, Pere Rotger; el
conseller d'Obres Públiques i Transports del Govern, Francesc
Quetglas, y la concejala de Cultura, Joana Rosselló, no ha abierto
aún la biblioteca municipal, los archivos histórico y municipal, o
el propio departamento de Cultura, entre otros servicios que ha de
albergar como centro cultural de la ciudad. De momento, las
instalaciones tan sólo se encuentran abiertas por las tardes de
lunes a viernes, entre las 17.00 y las 21.30 horas, para visitar
varias salas en las que se encuentran las exposiciones que se
instalaron con motivo de la fiesta de inauguración. El resto del
día, el claustro se encuentra cerrado al público y ayer mismo por
la mañana un buen grupo de trabajadores continuaban con las tareas
de los acabados de las importantes obras de rehabilitación llevadas
a cabo en el histórico edificio, que han tardado diez años en
acabarse.
La concejala de Cultura, Joana Rosselló, restaba ayer
importancia al hecho de que aún no hayan entrado en funcionamiento
los diferentes servicios que ha de albergar el edificio. «Las
instalaciones ya están acabadas y poco a poco vamos adecuando todos
los espacios; el traslado de todos los volúmenes de la biblioteca
municipal, por ejemplo, es muy complicado, porque antes se han de
clasificar todos ellos, pero una vez que se haya hecho este trabajo
sólo habrá que llevarlos hasta allí», explicó. Sobre el traslado de
su propio departamento, Rosselló afirmó: «En cuanto instalen la
conexión de teléfono nos podremos trasladar allí».
Desde el Ajuntament se comunicó antes de la inauguración que en
las salas de lectura y en la biblioteca existirían equipos
informáticos para realizar consultas que aún no se encuentran
instalados. Rosselló apuntó también sobre este tema que «estas
conexiones se irán instalando poco a poco y según la demanda y con
la próxima inauguración del centro universitario habrá un total de
20 ordenadores de consulta». El Ajuntament también ha de concretar
todavía el total de personal municipal que trabajará allí.
Los responsables municipales pusieron un plazo de diez días a
partir de la inauguración para que el nuevo centro cultural
funcionase a pleno rendimiento. Ayer, la concejala de Cultura
amplió a diez días más este plazo para que los servicios de Sant
Domingo estén operativos. Rosselló añadió que desde el Ajuntament
d'Inca no se planteó en ningún momento la posibilidad de retrasar
la inauguración del pasado 23 de abril hasta contar con todos los
servicios culturales en funcionamiento: «Nos hacía mucha ilusión
que la inauguración de este gran centro coincidiese con la fiesta
del libro».
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