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El acto, englobado en el marco de ses Fires i Festes de Sóller, contó con la presencia de toda la Corporación local, encabeza por el alcalde Ramon Socias; el vicepresidente del Consell, Miquel Nadal; la reverenda madre generala de Balers de las Hermanas de la Caridad, Sor Pilar Bosch; el hijo ilustre Pere Serra, así como numeroso público llegado de toda la Isla.

El regidor Miquel Nadal, instructor del expediente, explicó la trayectoria de las Hermanas de la Caridad desde su llegada a las Islas y a Sóller, el 23 de agosto de 1862, a las 18 horas. Las hermanas se instalaron en varios enclaves del municipio y actualmente gestionaban el servicio hacia los pobres y enfermos en el hospital, labor que abandonarán en breve. A continuación, cada uno de los portavoces municipales ensalzó «la obra de estas mujeres en favor de los sollerics». Todos coincidieron en destacar el gran trabajo de las Hermanas.

El alcalde Ramon Socias cerró el acto agradeciendo la generosidad por su trabajo, «que no se puede pagar ni con dinero, medallas y homenajes. Han sido las 24 horas del día al servicio de los ancianos, enfermos e impedidos de la ciudad». Sor Antonia Vanriu, superiora del hospital, no pudo contener las lágrimas al igual que el resto de la congregación. Sor Pilar Bosch agradeció al Ajuntament el gesto hacia ellas.

De los actos festivos de ayer, destacó también la ofrenda floral a la Mare de Déu de la Victoria celebrada por la tarde.