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LL. LORENZO
Los municipios que más población perdieron durante el último año al ser superior el número de fallecimientos al de nacimientos son mayoritariamente pequeños y se sitúan en el interior y en la Serra de Tramuntana: Alaró, Algaida, Ariany, Artà, Banyalbufar, Búger, Campos, Costitx, Deià, Escorca, Estellencs, Felanitx, Lloret, Llubí, Mancor de la Vall, Maria de la Salut, Muro, Petra, Porreres, Sant Joan, Santa Eugènia, Selva y Sineu. Estos dados correspondientes al movimiento natural de la población han sido facilitados a este periódico por el Institut Balear d'Estadística.

Las cifras reflejan el número de nacidos vivos y el de fallecidos, y la diferencia entre unos y otros ofrece el crecimiento vegetativo. Este crecimiento «autóctono» es el que se atribuye a los habitantes del correspondiente municipio, sean o no naturales de él, y no tienen en cuenta ni la inmigración exterior ni interior. Precisamente, la explicación de esta pérdida de población no es que la tasa de mortalidad sea alta, que de hecho no lo es, sino que la tasa de natalidad es baja. Según explicó al respecto el director general d'Economia del Govern, Antoni Monserrat, «esto tampoco quiere decir que no se hayan recibido inmigrantes, de hecho en algunos municipios como Felanitx, Sineu, Llubí, Selva, Algaida, Petra y Costitx, la inmigración ha hecho aumentar la población total desde el año 2000 hasta ahora. Si no fuera por ellos veríamos estancarse o caer la población de forma importante».

Una explicación de la baja natalidad puede ser porque la mayoría de estos términos municipales figuran en la lista de los más envejecidos de Balears y con menos población en edad de fecundidad.