Los vecinos de Campos rindieron el sábado por la coche un especial
homenaje a sus antepasados, rememorando aquellos años en que los
campaners se desplazaban al mar para rentar cavallons. El
tradicional acto consiste en limpiar en agua del mar un manojo de
cuerdas que eran utilizadas para hacer garbes y otras faenas del
campo ya que se tenía la creencia de que el agua salada las
conservaba mejor. «Estas cuerdas eran un tesoro, el payés las
mimaba; ahora ya no son iguales», comentó un experto.
Unos 300 vecinos de la localidad salieron a pie, en carro o en
caballo desde Campos y sa Ràpita animados por «Xeremiers Campaners»
hasta ses Covetes, donde en la playa de es Freu realizaron el
simbólico acto de demostración consistente en remojar los cavallons
en el mar y acto seguido atizarlos contra las rocas para separar
los hilos. Esta tradición, iniciada en los años 40, se perdió hace
dos décadas y fue el año pasado cuando los jóvenes de Campos
quisieron recuperarla de nuevo.
Tras la rentada de cavallons los excursionistas cenaron de pa i
taleca, escucharon un recital de «Marenostrum», contemplaron fuegos
artificiales y regresaron a Campos. La regidora Magdalena Rigo
participó en la jornada y el alcalde, Andreu Prohens, llegó en
coche a ses Covetes.
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