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Los pescadores de Alcúdia celebraron ayer la fiesta de su patrón con la tradicional misa, procesión de Sant Pere y su comida anual en la que rinden homenaje a los miembros jubilados de la cofradía y tratan de mantener ese espíritu de hermanamiento que permite que hoy día sigan siendo una de las cofradías de pescadores más jóvenes de la Isla. «Quiero animar a todos los jóvenes que continúan con la pesca tradicional a pesar de los avances tecnológicos, porque no queremos que nos pase como a los payeses de Alcúdia. El campo de Alcúdia se ha convertido en un cementerio», dijo l'amo Pep, ante un atento auditorio.

La presidenta de la Cofradía de Pescadores de Alcúdia, Antonia Llitrà, fue la encargada de homenajear a los miembros jubilados de la cofradía que ya son 31. Dos de ellos se han retirado este mismo año. Pero también fue la encargada de entregar una placa homenaje a los pescadores en activo más mayor y más joven, el último de ellos de solo 19 años. «Es cierto que las cosas cada vez son más difíciles y este año encima el tiempo no ha acompañado pero tenemos la suerte de que seguimos siendo una cofradía joven», dijo Llitrà.

Entre los retos más inmediatos que se plantean los pescadores del municipio está el de conseguir un depósito propio para el suministro de gasoil a sus barcas, ya que de momento dependen del surtidor que hay en el puerto comercial. «Con el crecimiento necesitamos un surtidor propio y negociaremos con la autoridad portuaria para poder tener uno junto a la cofradía», dijo la presidenta, Antonia Llitrà.