La cima de la montaña más alta de Mallorca ha perdido las famosas bolas. Foto: T. AYUGA

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LL.G.
El Puig Mayor ha perdido sus características bolas. Después de muchos años de todo el mundo relacionar la imagen de la cima más alta de Mallorca con estas dos estructuras esféricas, ahora este paisaje ha cambiado con la desaparición de las cúpulas que cubrían las antenas de los radares de altura y horizontal.

El comandante de la Estación Aérea del Puig Mayor, Francisco Moratinos, ha comentado que las reformas de modernización que se llevan a cabo en el Puig Mayor consisten en la instalación en su cima de un sistema de radar ya desplegado en la montaña hace unos tres años. Sin embargo, en estos momentos se cambia de ubicación.

Cota inferior
Hay que recordar que este radar se encontraba ubicado en una cota inferior donde antes había una estación de telecomunicaciones del Ejército norteamericano.

Esta reforma supone que, en un plazo de aproximadamente un año, el nuevo radar quedará otra vez cubierto por una cúpula protectora de forma esférica, pasando a tener una sola bola que, según el comandante, será «de tamaño más grande».

Moratinos aseguró que el edificio auxiliar del radar también sufrirá una remodelación, aunque su aspecto exterior no cambiará. La reforma afectará únicamente a la distribución interior del edificio. Hay que recordar que cuando se instalaron las bolas éstas eran blancas y muy visibles. Hace unos años, el Ejército las cambió por unas de color «camuflaje».

Las instalaciones militares del Puig Major fueron construidas a finales de los años 50 a raíz de un acuerdo de cooperación en materia de defensa suscrito por Estados Unidos y el Estado español.

Las obras comenzaron en 1957 y concluyeron dos años después. Tras una intensa presencia estadounidense, los técnicos y militares americanos abandonaron la base en 1988.