El Ajuntament de ses Salines, dirigido por el pacto PP-UM, subirá
los impuestos municipales en 2004 para paliar la bajada de ingresos
de construcción causada por la moratoria urbanística aprobada por
el Consell de Mallorca y que provocó el cese de solicitudes de
licencia de obras en la Colònia de Sant Jordi.
El concejal de UM Antoni Caldentey justificó esta medida
argumentando que «el año pasado los gastos y los ingresos
estuvieron muy ajustados». «Esperábamos que el superávit fuese
mayor pero fue un 50 por ciento menos que el ejercicio anterior.
Tenemos dinero para inversiones, hay liquidez, pero vamos un poco
justos porque nunca hemos querido hacer presupuestos irreales»,
añadió Caldentey.
Uno de los tributos que sufrirá el aumento más considerable será
el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI). Actualmente está en un
0,41 por ciento del valor catastral de cada vivienda y, en opinión
de Caldentey, se tendría que subir un 30 por ciento, pero esto aún
está «por discutir entre los socios de gobierno». «Esto supondría
ingresar unos 180.000 euros más cada año», añadió Caldentey, quien
aclaró que «actualmente los vecinos de ses Salines son de los que
menos pagamos por el IBI en Mallorca».
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