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Los partidos de la oposición PSOE, PSM y EU-EV han criticado el «despido improcedente» y «por motivos políticos» por parte de la alcaldesa de Felanitx, Catalina Soler (PP), de la aparejadora municipal, Regina García.

Soler entregó un decreto a García con el que le comunicaba su despido por «bajo rendimiento en el trabajo» algo que la trabajadora, con contrato laboral en el Ajuntament, no aceptó. Sin embargo, la alcaldesa le ofreció el finiquito que asciende a 31.000 euros que García aceptó.

Los partidos de la oposición han coincidido en señalar el trabajo ejemplar de la aparejadora en los últimos siete años. En este sentido, Nicolau Barceló (EU-EV) ha sido el más contundente al afirmar que el despido «es un sacrificio del PP a los sumos sacerdotes de la construcción», porque la aparejadora «hacía cumplir la ley» urbanística y ahora «habrá menos control».

En la misma línea, Pere Massutí (PSOE), regidor de Urbanisme los últimos ocho años, alabó la labor de García a la que calificó como «una persona sana y recta, pero se ve que al PP esto no le va bien». Massutí considera que el despido «es un asunto personal, no creo que un Ajuntament deba quitar técnicos y más de esta manera».

Bernadí Monserrat (PSM) afirmó: «El hecho de que se tenga que pagar indemnización demuestra que el despido es improcedente, ellos mismos se auto inculpan, éstas no son maneras de actuar de un Ajuntament».

A todo esto, la alcaldesa Soler defendió el despido: «No le pagamos una indemnización sino un finiquito». Y justificó la manera de ejecutar el despido: «Lo que no haré será marear la perdiz y perder el tiempo persiguiendo a la gente, tomé una decisión. No la despedí porque fuera recta, porque yo quiero pensar que todos los funcionarios hacen cumplir la ley y están por encima de ideologías y partidos políticos».

Por su parte, la afectada, Regina García, manifestó a este periódico que «desde el primer día que entró en nuevo equipo de gobierno hice el mismo trabajo y yo pensaba que no tenían ningún problema. En la hoja que me dieron pone despido improcedente. El PP cree que yo hacía complots, pero esto son excusas».