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NEUS LÓPEZ
La ciudad de Llucmajor rindió ayer su tradicional homenaje a la patrona Santa Càndida con la ofrenda floral. El acto se inició con la salida, alrededor de las 10 horas, de los Cavallets Cotoners de la Casa Consistorial, que acompañados por la banda música, representaron la primera danza ante el numeroso público presente. Acto seguido y encabezando la comitiva los xeremiers de Sa Marina, los Cavallets, junto con la agrupaciones folclóricas Aires del Pla Llucmajorer, Escola de Dansa Mallorquina y Grups de Músics i Joves Balladors, se dirigieron hacia la parroquia Sant Miquel para llevar a cabo la ofrenda.

A las 11 horas, se inició la misa mayor en honor a Santa Càndida, primero con las ofrendas florales de las autoridades y asistentes y, más tarde, con las de los Cavallets Cotoners y las agrupaciones de boleros que las acompañaron con danzas y bailes respectivamente ante los aplausos de todos los asistentes.

El dato curiosos lo pusieron los numerosísimos abanicos, algunos de ellos verdaderas joyas centenarias, que se pudieron ver en el transcurso de la ceremonia y que sirvieron para combatir el fuerte calor de la jornada. Después del oficio, los Cavallets Cotoners y las agrupaciones de boleros volvieron a bailar ante los vecinos de la ciudad en la Plaza de España, delante del Ajuntament.