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El deficiente estado en que se encuentra la residencia y el edificio del IBAS fueron algunos de los temas que se trataron ayer en Manacor durante la visita de la consellera de Presidència i Esports, Rosa Puig. La consellera mantuvo una reunión con el alcalde de Manacor, Antoni Pastor (PP), y el delegado de Bienestar Social, Jaume Darder (PP), con el objeto de encontrar una solución a los problemas que actualmente presentan estos edificios municipales.

Darder expresó la necesidad de obtener una ayuda económica por parte del Govern para llevar a cabo las obras de remodelación en una ala de la residencia, cuyo proyecto podría tener un coste de 1.200.000 euros aproximadamente. Además, según Darder, «es necesario adecuar la cocina a los tiempos actuales, arreglar las tuberías y revisar la calefacción, entre otras cosas. El coste de mantenimiento de este edificio es alto y nos iría bien una ayuda económica».

En este aspecto, Rosa Puig manifestó a Ultima Hora que «intentaremos llegar a un acuerdo para que en el 2004 se puedan llevar a cabo las obras de la residencia». Por otra parte, la consellera se entrevistó con la directora del IBAS, Catalina Riera, y la junta directiva de la asociación, quienes le comentaron las deficiencias que tiene el edificio y solicitaron una ampliación puesto que «existen un total de 4.000 socios y cuando se celebra una fiesta el local se queda pequeño», expresó Puig. La visita de la consellera terminó en el centro de día cuyas obras están casi a punto de terminar y que, probablemente, se inaugure en enero.