El teniente de alcalde Isidre Cañellas escuchó a los comerciantes que se consideraban perjudicados.

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El tradicional mercado de los lunes de Calvià estrenó ayer su nueva ubicación, aunque el día no acompañó y la lluvia impidió a muchos de los comerciantes, especialmente a los vendedores de ropa y zapatos, exponer sus artículos. La mayoría de comerciantes y usuarios consultados manifestaron estar de acuerdo con el cambio de ubicación del mercado porque «es más céntrico, hay más gente y hay bares y comercios más cerca y se da más vida al pueblo». No obstante, también se oyeron algunas quejas por la medida adoptada por el Ajuntament que pretende «dinamizar y hacer más atractiva esta cita semanal, dando un nuevo impulso económico a la actividad tanto de los vendedores ambulantes como del comercio de la vila», indicaron desde el Ajuntament. El traslado ha consistido en desplazar las paradas desde la calle Germans Montcada al carrer Major «que se convertirá en el eje vertebrador del mercado junto con las calles Batle Martorell, Nissagues y un tramo de Can Vich».

El cambio de localización del mercado ha sido impulsado conjuntamente por el área de Comercio del Ajuntament de Calvià, presidida por Isidre Cañellas, y la regiduría de Calvià-vila, que dirige Joan Tomás. Ambos visitaron ayer el mercado, acompañados por el inspector jefe de la Policía Local de Calvià, Jaime Marcó, y recogieron las quejas y sugerencias de los comerciantes.

A lo largo de la mañana hubo algunos momentos de tensión y malestar ya que siete expositores no estaban conformes con el espacio que les habían dejado y criticaron que «no se ha tenido en cuenta en algunos casos la antigüedad y que algunos que llevan menos tiempo tienen más espacio y lugares más céntricos». No obstante señalaron que «no es tan grave porque es el primer día y todo puede solucionarse».