La historia del proyecto de campo de polo de Campos vivió ayer un
nuevo capítulo. En el pleno del Ajuntament, Unió Mallorquina, en la
oposición, informó de la implicación de la promotora alemana DWI en
la compra de la finca de sa Barralina (en zona protegida detrás de
es Trenc). Guillem Ginard, portavoz de UM, reiteró la postura de su
partido y aseguró: «Es imposible que no supiera (dirigiéndose al
alcalde Andreu Prohens) que el Govern indemnizó con más de un
millón de euros a DWI». Ginard quiso demostrar «la relación súper
estrecha» entre DWI y Prohens.
En este sentido, manifestó: «El vox populi, los rumores, son que
usted medió y que incluso recomendó a los promotores un constructor
para la restauración de las casas de sa Barralina y un carpintero,
siendo al final su empresa la encargada. Así es que hay intereses
económicos de por medio». El primer edicampaner no negó tales
extremos. Respecto a la compra de la finca por parte de DWI, según
UM, ello «supone una ventaja empresarial lógica y legítima, para
disponer de un servicio complementario, con acceso privado propio,
etc». Asimismo, existen dudas sobre la legalidad de las actuaciones
llevadas a cabo en sa Barralina.
Vecinos consultados por Ultima Horacoincidieron en haber tenido
conocimiento de la práctica del polo en la finca en cuestión, e
incluso detallaron que han estado en sa Barralina deportistas
profesionales del polo procedentes de Canadà, Inglaterra, y
Alemania, entre otros países. Desde la oposición también se comentó
que hay un grupo de gente que ultima la presentación del Club Polo
Campos. Por otra parte, en el transcurso del pleno convocado por la
oposición, la tensión reinó en el ambiente. Cada partido ratificó
su postura.
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