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IVÀN TERRASA-MADRID
El ministro de Interior, Àngel Acebes, acusó ayer al senador socialista Ramón Socías de «faltar descaradamente a la verdad» cuando éste le reprochó la doble vara de medir utilizada por la Delegación de Gobierno de Balears a la hora de actuar en los altercados de Son Servera, en mayo de 2000, y de Costitx, el pasado 13 de octubre. En Son Severa un grupo de simpatizantes del PP forzó la suspensión de un pleno municipal y agredió al ex alcalde socialista. En Costitx manifestantes «anti-autovía» retuvieron a la alcaldesa María Antonia Munar dentro del consistorio.

En el primer caso Delegación de Gobierno no impuso ni una sanción. En el segundo ha pedido multas para catorce personas a razón de 6.150 euros por cabeza. Acebes argumentó que en el caso de Son Servera se abrió un proceso judicial, que posteriormente fue archivado. «La Guardia Civil empleó los medios posibles para defender la integridad de los siete miembros del equipo de gobierno municipal». En Costitx, recordó el ministro, «también se necesitó protección».

Socías exigió que se investigue «lo qué sucedió en esos momentos y dejar de utilizar la Delegación de Gobierno para aterrorizar a los ciudadanos críticos contra las políticas del PP», recordándole a Acebes que «la ley debe ser igual para todos, si no, no existe democracia». Además, el socialista Socias se remitió a otros casos: «Multan a un joven por exhibir una pancarta de No a la guerra en son Moix, a miembros del GOB que paralizan la regeneración artificial de la playa de C'an Picafort. Pero luego no sancionan a los agricultores y caballistas que paralizan el Paseo Marítimo por el tema de la Lototrot, o a los tractoristas que colapsaron Palma para protestar contra Joan Mayol», sentenció Socías.