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E.BALLESTERO
Una treintena de vecinos, políticos y miembros de la plataforma anti autovía que se está creando en Campanet, trabajaron ayer desde las 15 horas para conseguir empapelar el municipio con pancartas reivindicativas. El pueblo respondía con esta iniciativa a la visita que la noche del viernes realizó a Campanet el director general de Carreteras del Govern balear, Carlos Jover, invitado por el Ajuntament para hablar del proyecto de la autovía. Jover se negó a hacer una justificación política del proyecto limitándose a informar a los presentes sobre el trámite y precio de las expropiaciones, algo que no contentó a las 200 personas que acudieron a escucharle al Casal de Cultura.

Transcurrida apenas media hora de la comparecencia, el alcalde de Campanet, Francesc Aguiló, pidió al director general «que si no tenía nada más que decir abandonara la sala porque ese no era el espíritu de la convocatoria», explicó. Así las cosas, los vecinos de Campanet retomaron ayer su campaña contra la autovía. Recogieron cerca de quinientas alegaciones contra el proyecto en Palma y un centenar en Búger, y hoy mismo proseguirán sus trabajos en Caimari, Santa Maria y sa Pobla.

«Nuestro objetivo es el de hacer la mayor presión posible consiguiendo el máximo número de alegaciones y procuraremos que de cada uno de los balcones de Campanet cuelgue una pancarta contra la autovía». Mientras tanto el abogado del Ajuntament, Pep Alonso, sigue trabajando en torno a la declaración en 1970 del municipio de Campanet como paisaje pintoresco para tratar de parar un proyecto, el de la autovía hasta sa Pobla, que acabará sin duda con ese paisaje.