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Las infracciones urbanísticas es uno de los problemas más importantes que padece el municipio de Capdepera. «En los últimos años han proliferado las viviendas ilegales en suelo rústico y cuando el Ajuntament tiene que actuar se encuentra con muchas dificultades, puesto que es necesario tomar medidas impopulares para restablecer la legalidad, como multas o demoliciones que hasta ahora, nadie se ha atrevido a ejecutar», manifiesta el delegado de Urbanismo, Antoni Muntaner (Es Grup). Con el objeto de erradicar este tipo de irregularidades, el Ajuntament aumentará la plantilla del departamento de Urbanismo, y concretamente los fines de semana se destinarán dos celadores de obras para vigilar la zona rústica. Muntaner comenta que «es precisamente durante los sábados y domingos cuando sin darte cuenta ya se ha construido una vivienda, por este motivo, queremos vigilar estos días para erradicar el problema al principio y no cuando la edificación esté completa».

Actualmente en el Ajuntament de Capdepera se encuentran más de 150 expedientes de infracción urbanística abiertos. «Aunque tiene difícil solución creo que debemos apostar por un pacto político y social. Es necesario que la gente tome consciencia de que si vamos a este paso la zona rústica estará urbanizada y esto puede suponer graves consecuencias para el medio ambiente».

El departamento de Urbanismo se incrementará con la contratación de un arquitecto, un técnico y un celador de medio ambiente y «tenemos previsto crear una brigada verde. Actualmente existen dos celadores de obra con los cuales se intentará hacer un convenio sobre su horario para que estén de guardia los fines de semana y vigilar las obras de nueva construcción», concluye Muntaner.