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El alcalde Miquel Deyà (PSOE) expresó en el último pleno su preocupación por la contrapropuesta presentada por el Obispado en referencia al convenio del Pati de Cas Vicari, que establece que la parroquia cederá al Ajuntament unos metros de este patio para abrir una nueva puerta de entrada al salón parroquial. En la contrapospuesta, la Iglesia expone que hasta que el Ajuntament no haya modificado el uso de los terrenos del patio no cederá estos metros. La normativa urbanística califica el patio como equipamiento sociocultural a causa de un error de diseño. Ahora, la iglesia propone que el patio pase a ser urbano edificable y se permitan construir aparcamientos.

En este sentido, Deyà dijo que «si tenemos que esperar que el Ajuntament y el Consell den el visto bueno a este cambio pasará un tiempo y esto puede llevar a una pérdida de subvención para ejecutar las obras del salón parroquial». Por otra parte, Josep Gomila (PSM) expuso que entre la plantilla de la Policía Local ya un cierto malestar y, por ello, pidió al equipo de gobierno que cumpla el convenio laboral que se aprobó a principios de año.

Gomila explicó que «el malestar ha venido porque el equipo de gobierno no querían pagar las horas extras y compensaciones que establece el convenio». Así, según Gomila, cuando un agente se ha encontrado de baja o vacaciones el otro policía ha quedado algunas noches solo y esto ha coincidido con una oleada de delincuencia. Deyà dijo que «en su momento, expusimos que no nos gustaban los horarios porque algunas noches nos quedamos sin policías y ahora tendremos que convivir con este convenio hasta el marzo de 2005». A estas críticas, Gomila contestó: «Hay un comisión de seguimiento que puede modificar el horario».