La subestación eléctrica de Artà es la que actualmente suministra a Capdepera.

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GESA-Endesa ha advertido de posibles cortes selectivos en el suministro eléctrico del municipio de Capdepera durante el próximo verano. Ante el conflicto planteado entre la compañía energética y el Ajuntament gabellí por el soterramiento de una futura línea de alta tensión, GESA anuncia que, sin nuevas infraestructuras eléctricas, no podrá garantizar durante la temporada turística alta un suministro continuado y de calidad. Como se recordará, en febrero de 2002, el Govern del Pacte de Progrés aprobó el proyecto de construcción de una subestación eléctrica en Capdepera con su correspondiente línea de alta tensión. Fue entonces cuando el Consistorio recordó a la compañía la obligación, establecida por las Normas Subsidiarias, de que la línea de alta tensión estuviese soterrada. GESA respondió que la legislación del sector eléctrico no obliga al soterramiento, a no ser que la Administración que exige ese tipo de instalación asuma su coste. En el caso de Capdepera, el soterramiento de la línea de alta tensión costaría 2 millones de euros. GESA invertiría 6 millones de euros en la subestación y en el transporte y distribución de líneas, pero cualquier añadido al proyecto, como es el soterramiento, debería ser asumido por el Ajuntament, según la argumentación aportada por la filial de Endesa.

También cabe recordar que, ante la imposibilidad de un acercamiento de posturas durante todo este tiempo, GESA decidió no conceder ninguna nueva alta de clientes en el municipio de Capdepera y parte del de Artà. Argumentó que, con nuevas altas, no se puede garantizar una calidad en el suministro de los abonados ya existentes en esa zona. Fuentes de la empresa energética señalaron que «el aviso sobre cortes selectivos no es ninguna amenaza. El consumo eléctrico en Capdepera está aumentando y, si continua así, llegará un momento en que no podremos atender esa demanda sin establecer un sistema de interrupciones selectivas».

Las mismas fuentes indicaron que «el consumo de Capdepera está alimentado con tres líneas de media tensión procedentes de la subestación de Artà. En algunos momentos del pasado verano, esas tres líneas sufrían una saturación del 110 por ciento. Por ahora hemos podido atender esa sobrecarga, pues los materiales están preparados para soportar esa circunstancia, pero con una demanda creciente no estamos en condiciones de mantener la calidad del servicio sin cortes selectivos o rotatorios. Además, corremos el riesgo de averías en la subestación de Artà, como por ejemplo la quema de un transformador».

GESA-Endesa calcula que la construcción de la subestación de Capdepera habría supuesto aproximadamente un año y medio de trabajos, por lo que, de no surgir el conflicto con el Ayuntamiento, esta infraestructura eléctrica podría estar ahora en funcionamiento tras su aprobación en febrero del año 2002.