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La polémica sobre las licencias de obras para la construcción de diez viviendas unifamiliares en la zona costera del Caló den Rafelino ha pasado a un nuevo capítulo. Ahora, el Consell de Mallorca ha anunciado que prevé asumir las competencias que tiene el Ajuntament de Manacor en materia urbanística y ser, por tanto, la propia institución insular la que finalmente deniegue los 10 permisos de obras del Caló den Rafelino, en vez de hacerlo el propio gobierno manacorí, así como le viene impuesto por ley.

De este modo, el Ajuntament no sólo quedaría exento de la obligación de tener que denegar las licencias a los titulares que las solicitaron en su momento (1998) sino que, además, no tendría que hacer frente a las indemnizaciones que pueden ser millonarias. Esta determinación de, finalmente, asumir las competencias fue anunciada ayer en rueda de prensa por los regidores de ALM-UM, principal grupo de la oposición en Manacor, el ex alcalde Miquel Riera y Miquel Àngel Grimalt, ambos miembros del Consell.

«Puesto que el alcalde Antoni Pastor ya ha dejado bien claro en reiteradas ocasiones que no piensa denegar las licencias y prueba de ello es que ha solicitado no ejecutar la sentencia al Tribunal Superior de Justicia, la solución que ofrecemos es que el Consell adopte las competencias del Ajuntament y resuelva el caso de una vez por todas», explicó el edil Grimalt.