Algunas de las alegaciones del Ajuntament se basan en la experiencia negativa de la ronda.

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El equipo de gobierno nacionalista de Vilafranca solicitará al Consell de Mallorca que el proyecto de desdoblamiento de la carretera de Manacor (C-715) mantenga los dos accesos directos actuales tanto desde Palma como desde la capital del Llevant. El alcalde de Vilafranca, Jaume Sansó, aclaró ayer que el proyecto presentado por el Consell elimina el acceso desde Manacor y la llegada y salida desde Palma es indirecta mediante un sistema de rotondas en el cruce de Sant Joan. Así, Sansó añadió que «como acceso directo sólo nos queda la entrada por la rotonda de Porreres».

La apertura de la ronda de Vilafranca provocó quejas de los comerciantes quienes denunciaron pérdidas económicas por el desvío del tráfico. Ahora, el equipo de gobierno considera que con la eliminación del acceso desde Manacor esta situación empeorará. «El cierre del acceso eliminaría de golpe el 50 por ciento de los clientes potenciales», apuntan en las alegaciones. Además, justifica su solicitud en el efecto negativo que tendrá en el transporte público, ya que «el bus tendría que recorrer 3 kilómetros más para hacer una única parada».

Explica que los camiones que actualmente llegan desde Manacor tendrán que acceder al pueblo, por la rotonda de Porreres hecho que «producirá un efecto negativo en el casco urbano». Ésta será una de las alegaciones que presentará el Ajuntament vilafranquer al desdoblamiento de la C-715 en su paso por el término municipal. Además, solicitará que «se reparta, en la medida de las posibilidades, el terreno a ocupar por el desdoblamiento a partes iguales entre norte y sur» y no tal y como está en el proyecto en que «o se coge todo el terreno del norte o todo del sur», explicó el alcalde Sansó.

Por otra parte, el Ajuntament exigirá que se garantice la correcta evacuación de aguas pluviales se respeten y mejoren las conducciones existentes». «La envergadura de este proyecto no hace más que construir una barrera artificial que puede producir resultados negativos sobre la red existente, tanto de torrentes como acequias», ya que el proyecto «rompe las redes tradicionales de evacuación de agua». En este sentido, el PSM pedirá estudios y cálculos de la cantidad de agua que podrá soportar cada conducción.