La moción del Partido Popular solicitando al alcalde Eugenio
Hidalgo (ALA) la dimisión centró la atención de la sesión plenaria
ordinaria celebrada el jueves, que se prolongó de las 20 a las 24
horas. El portavoz del PP, Jaime Porsell, exigió al alcalde
presentar su dimisión debido a que una parte de la actual mayoría
que configura el equipo de gobierno y que le da su apoyo (PSOE y
UM) no le han votado para el cargo. Porsell acusó al alcalde de
haber roto el compromiso adquirido con el PP para gobernar tras las
elecciones y le exigió su dimisión.
El PP explicó que se da una «situación irregular» e Hidalgo ha
de someterse a una votación para ser investido alcalde. Eugenio
Hidalgo, por su parte, instó al PP a «acudir al juzgado si mi
investidura no tiene validez. Para irme se tendría que dar una
renuncia voluntaria, fallecimiento o una moción de censura». El
secretario municipal explicó al grupo municipal popular el
procedimiento que debería darse para dejar de ser alcalde. En estos
momentos, no se da ninguna causa legal para que el alcalde dimita y
con el respaldo de PSOE y UM se confirma que dispone de un gobierno
estable para el mandato.
La moción del PP, que no salió adelante, fue motivo de tensión
de la sesión plenaria, en la que tomó posesión de su cargo Antoni
Calafell. UM consideró que la moción del grupo en la oposición era
«innecesaria». El PSM, por su parte, pidió la desclasificación de
Cala Blanca (Biniorella), donde se prevé la construcción de 30
chalets. Gabriel Puigserver puso de manifiesto que «sería un
desastre la urbanización». El equipo de gobierno rechazó la
propuesta del nacionalista ya que, según justificó, la
desclasificación le costaría al Ajuntament 42 millones de euros. La
primera fase de la urbanización se remonta a los años 50.
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