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Jaime Doménech, fundador de la empresa fabricante de galletas Quely, fue despedido ayer por sus familiares, amigos y autoridades en una multitudinario funeral celebrado en la iglesia parroquial de Santa María la Mayor de Inca. Más de cuatrocientas personas dieron el último adiós al conocido empresario que falleció, en la madrugada del lunes, a los 78 años de edad.

Además de su afligida esposa Francisca, sus hijos Paula y Jaume, hijos políticos, nietos, hermanos, sobrinos y demás familiares, asistieron al sepelio una representación del Ajuntamet d'Inca encabezada por su alcalde, Pere Rotger, y un importante número de empresarios llegados de toda la Isla. Tras la emotiva ceremonia, los asistentes al funeral fueron dando el pésame a los familiares de Jaime Doménech, que se encontraban en las primeras filas de la iglesia parroquial.

Jaime Doménech Coll, el mayor de cuatro hermanos, fundó la empresa Quely a principios de la década de los cincuenta. Transformó el horno familiar de Can Guixe en una próspera industria galletera. Hace aproximadamente 10 años que se había retirado y vivía en la finca de Son Llobera, en Escorca. Sus hijos y sobrinos son ahora los encargados de sacar adelante el negocio. Doménech fue además fundador del Motoclub de Inca y vicepresidente del Constància. Desempeñó el cargo de regidor del Ajuntament d'Inca y fue conseller de Cultura del Consell.