En el fotomontaje puede observarse, en color más oscuro, la parte del puerto que se prevé ampliar.Foto: M.PUIGRÓS

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La ampliación del puerto deportivo de Cala Rajada con entre 90 y 120 amarres y la prolongación del brazo de muelle unos 150 metros ya tiene los primeros detractores. La cofradía de pescadores de Cala Rajada ha manifestado su oposición frontal al proyecto que les presentó la semana pasada el Club Náutic. El martes por la noche los miembros de la cofradía se reunieron con la directiva del Club Náutic para informarles de su total rechazo a esta ampliación, puesto que «les perjudica».

El presidente de la cofradía de pescadores de Cala Rajada, Bernat Martí, explicó a Ultima Hora : «Pusimos en conocimiento de la directiva del Club Náutic que no apoyaremos el proyecto porque así lo decidió por unanimidad la cofradía y les explicamos los motivos de esta oposición». Martí indicó que desde la cofradía se ha solicitado una reserva marina que se activará en el mes de junio. «Una reserva siempre restringe y regula la actividad pesquera y ello está en contradicción con una ampliación. Por ello, tenemos que mostrarnos en contra».

Otro de los puntos en que se basan para rechazar el proyecto es que una vieja reivindicación de la cofradía es la construcción de un rompeolas para apaciguar los efectos de un temporal y el proyecto incluye la construcción de un trozo para uso privado. «En este caso, nuestro sector quedaría desamparado», explicó el pescador. Otro de los motivos que argumentan es el impacto ambiental que provocaría, puesto que «el brazo del muelle se alargaría unos 150 metros tapando la mitad de Son Moll, las corrientes se desviarían y cien barcas más fondearían en la zona».