La Direcció de Caça de la Conselleria de Medi Ambient ha propuesto
una sanción de 6.000 euros y el cierre por dos años del coto de
caza de Son Termes, en el municipio de Bunyola, por una falta grave
consistente en el uso ilegal de veneno contra predadores.
El director general, Antoni Gómez, explicó que, teniendo en
cuenta que el titular de los derechos cinegéticos puede alegar, se
ha decretado la prohibición cautelar de la caza en ese coto. Según
Gómez, «ahora estamos en época de veda y la prohibición cautelar
podría parecer poco efectiva, pero así nos aseguramos que no se
practicará la caza en ese lugar si las apelaciones y recursos se
prolongan hasta la próxima temporada».
El coto en cuestión, con número de registro 11.084, está situado
junto a la carretera que una las vías de Sóller y Valldemossa,
cerca de s'Esgleieta.
Gómez indicó que el expediente sancionador se inició tras el
hallazgo, por parte de inspectores técnicos de la propia
Conselleria, del veneno utilizado junto a restos de animales, así
como de visc, igualmente usado ilegalmente en la captura de
predadores. En el mismo lugar, fue localizado un milano muerto,
especie en vías de extinción, entre otras causas, por la
proliferación de estas prácticas prohibidas. El director general
recordó que los técnicos de la Conselleria realizan inspecciones
semanales en cotos privados de manera aleatoria y que hay días en
los que se dedican exclusivamente a buscar indicios del uso de
veneno. Actualmente, existen unos 1.600 cotos en Balears.
La Conselleria de Medi Ambient dispone, para los cerca de
treinta mil cazadores que disponen de licencia en las Illes Balears
y para el público en general, de publicaciones relacionadas con
esta cuestión, entre ellas el «Codi de Bones Pràctiques
Cinegètiques» y «El control de predadors i la llei».
El uso de veneno incorpora éste a la cadena trófica y provoca la
muerte de especies protegidas.
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