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El pacto tripartito acordado entre las fuerzas políticas del Ajuntament de ses Salines PP, UM y ahora, Sud Unificat, no peligra. Al menos, este es el mensaje que lanzó la pasada noche del martes el secretario general de los populares, José María Rodríguez, al portavoz del grupo colonier, Joan Bauçà. Según este regidor del SU, el PP ha garantizado que el pacto tripartito de ses Salines no corre peligro alguno, pese a que sobre él recaíga ahora la amenaza del edil del grupo mixto, Francesc Garí, de ceder su acta de regidor a la número seis del PP y actual delegada de la Colònia, Alícia Ramírez. Pese a que la advertencia del disidente Garí, aún no se ha concretado, podría suponer una desestabilización de la política salinera, puesto que podría derivar en una nueva mayoría de los populares que no necesitarían a los dos ediles de SU para asegurarse la estabilidad.

Si finalmente la asamblea convocada por SU para esta noche -ayer para el lector- ratifica la oferta del PP a SU de asumir una tenencia de Alcaldía y otras competencias de la Colònia, el grupo colonier finalmente entrará en la gestión diaria del gobierno municipal y no esperará a día primero de enero a que se constituya la junta de distrito. Mientras, la delegación de la Colònia permanecerá en manos de Alícia Ramírez, cargo de confianza del alcalde de ses Salines, Sebastià Vidal.

«Toleramos que Ramírez siga al frente de la delegación de la Colònia hasta que se constituya la junta de distrito. Después, este cargo quedará disuelto y la Colònia estará controlada por nosotros», aseguró ayer Joan Bauçà, que interpretó el cargo de la delegada como una «figura simbólica que no intervendrá en nuestras competencias». Por su parte, Francesc Garí cuestionó ayer la promesa de Rodríguez ante SU y advirtió que si dejaba su acta de regidor y el PP volvía a tener la mayoría, «muchas de las reivindicaciones del partido de Bauçà, no encontrarían respuesta. Se trata de proyectos demasiado millonarios», advirtió.