El equipo de gobierno del Ajuntament de Son Servera con su alcalde
Damià Ripoll (PP) al frente aprobó ayer la primera ordenanza
municipal para regular la limpieza viaria y la recogida de residuos
ante las reiteradas quejas de la oposición (PSM, EU-EV y PSOE) que
mantenían que la ordenanza «presenta muchas lagunas, es un saco sin
fondo».
Así, la socialista Natalia Troya señaló que «a la ordenanza le
faltan muchas especificaciones puntuales bien necesarias como por
ejemplo los voluminosos de uso domestico. El Consell ya ha
establecido dos categorías para ellos y la ordenanza no las
recoge». «Además, desde el PSOE entendemos que quien contamina debe
pagar, entonces quiero saber si quién deje sus residuos pagará la
correspondiente tasa en el punto verde o el resto de ciudadanos
sufriremos una subida de impuestos por ello».
Por su parte, Joan Torres del PSM pidió que la ordenanza quedase
sobre la mesa para consensuar algunas modificaciones pero Ripoll
manifestó su intención de aprobar la normativa «cuanto antes mejor»
aunque no desestimó la posibilidad de incorporarle enmiendas.
Conchi Peña de EU-EV reclamó que la recogida selectiva que se
realizará puerta por puerta en Son Servera sea también extensiva a
Cala Millor y Cala Bona .
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