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L. PLANAS/ C. M.
El Ajuntament d'Inca, por cuarto año consecutivo, organizó ayer noche la multitudinaria cena anual al aire libre en homenaje a las personas mayores del municipio, a la que estaban invitados todos los mayores de 65 años. Más de 2.500 personas llenaron a partir de las ocho de la tarde las sillas que ocupaban las plazas Llibertat y sa Quartera, para disfrutar de una cena que les fue servida en cajitas individuales, que contenían cada una de ellas un bocadillo y pastas como las tradicionales panades, un pastel de espinacas y una napolitana de chocolate. También les ofrecieron fruta, agua, vino, refrescos, cava y helado.

Tras las críticas de la oposición por el excesivo gasto que suponía el montaje y la celebración de esta cena (el año pasado se celebró en pleno periodo electoral), desde el Ajuntament se ha destacado este año que las asociaciones de la tercera edad colaboraron en el montaje de las mesas y sillas y que la cena fue servida por jóvenes de los grupos de «esplai» y alumnos de las escuelas taller de Inca.

Durante la velada se rindió homenaje a los matrimonios que cumplen sus bodas de oro y a todos los presidentes y ex presidentes de las asociaciones de la tercera edad de Inca. El alcalde Pere Rotger y algunos regidores del equipo de gobierno y la oposición presidieron la cena, a la que asistió la consellera de Presidència del Govern, Rosa Puig, y Dolors Alemany, en representación del Institut de Serveis Socials.