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El 30 por ciento de las personas de la comarca del Llevant de Mallorca que se han acogido a un proceso de inserción a través de la Fundació Deixalles Llevant han conseguido su objetivo. Éste es uno de los datos más relevantes de la memoria de la fundación presentada ayer en el acto de celebración del cuarto aniversario de Deixalles Llevant ubicada en Artà y que cubre también los municipios de Son Serveta, Sant Llorenç y Capdepera. Durante estos cuatro años, un total de 212 personas han sido atendidas por los servicios sociales de Deixalles de los que 60 se han acogido a un plan de inserción, según explicó la trabajadora social, Maria Antònia Català. Estas personas llegan a Deixalles derivadas de servicios sociales municipales y las parroquias o Cáritas.

En el acto de presentación de la memoria a la que asistió la alcaldesa de Artà, Margalida Tous y reprentantes de los municipios de la comarca, el gerente de la fundación, Antoni Pons, informó de la necesidad de ampliar las instalacions ubicadas actualmente únicamente en Artà. En este sentido, Deixalles ha alquilado un almacén en Cala Rajada y está en negociaciones con el Ajuntament de Sant Llorenç para instalarse en este municipio. Antes de comenzar el acto, un grupo de cuarto ex trabajadores se plantó ante el teatro de Artà con una pancarta que versaba: «Deixalles basura laboral». Los manifestantes denuncian la «precariedad laboral, abuso de poder, contratos basura, mobbing, despidos improcendentes» entre otras cosas llevados a cabo por Deixalles en Llevant y Felanitx.

A todo esto, Antoni Pons, dijo que «hay un conflicto laboral que está en los juzgados porque se despidió a un trabajador por comportamiento incorrecto». «Las cosas se han de gestionar y a veces hay algún problema» y en referencia a la protesta dijo que «es una situación a la que cada cual le tiene que dar la importancia que quiera dependiendo de quién se manifieste».