Los devotos del Sant Crist se cuentan por miles y llegan procedentes de toda la comarca.
Tres años de espera para venerar al Sant Crist de Alcúdia dan para acumular muchos sentimientos, de modo que los fieles derrochan fe y devoción en una procesión, la de la Trienal, que hizo vibrar ayer Alcúdia, coincidiendo con la fiesta de Santa Ana. La de ayer fue una procesión menos sufrida que de costumbre, ya que el fuerte calor característico de estas fechas dejó paso a unas gotas de lluvia, lo que facilitó a los penitentes la tarea de cumplir las promesas hechas al Sant Crist en los últimos tres años, en muchos casos realizar el recorrido con los pies descalzos, otros, con los brazos en cruz. La lluvia permitió, eso sí, revivir con más fe que nunca el milagro que en 1507 presenció el pueblo de Alcúdia cuando en un año de sequía llevaba en procesión al Sant Crist a la cueva de Sant Martí. El Cristo comenzó a llorar sangre mientras se desataba la lluvia. Desde entonces la devoción por el Sant Crist fue en aumento hasta el punto de que se decidió poner orden y permitir únicamente la salida del Cristo en procesión una vez cada tres años por la fiesta de Santa Ana, un día después de Sant Jaume, dando así paso al nacimiento de la Trienal alcudienca.
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