Las personas sentadas en la parte derecha aplaudieron la intervención del PSOE, las de la izquierda al equipo de gobierno. Foto: G.P.

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La polémica sobre la Llar de Majors de Calvià sumó ayer un nuevo capítulo que, vista la situación, no será el último. La junta general de accionistas de la empresa Llar de Calvià, es decir, los concejales, se reunió ayer en el salón de plenos del Ajuntament para aprobar el informe elaborado por la comisión de investigación creada a raíz de las declaraciones efectuadas por la gerente, Ana Belén Velasco, hace más de un año. La comisión estaba formada por miembros de PP, UM y PSOE, que son los tres grupos con representación municipal. La propuesta de la comisión se aprobó con los votos a favor del equipo de gobierno (PP-UM), mientras que el PSOE votó en contra. A la junta acudieron una treintena de trabajadoras de la Llar y se pudo comprobar que también hay cierta división entre ellas. Todas desplegaron carteles y un grupo de ellas aplaudió la intervención de la portavoz socialista, María Carrasco, y el otro grupo apoyó al presidente de la comisión y portavoz del PP en este caso, José Manuel Ruiz y al representante de UM, Joan Tomàs. Un sector de las trabajadoras ha puesto una querella contra la actual gerente por «calumnias». El PSOE, por su parte, leyó una declaración propia para que constase en acta donde se explica su versión tras la comisión de investigación. Para PP y UM, «las declaraciones efectuadas por la gerente no tienen voluntad de desprestigiar la institución y las denuncias realizadas sobre deficiencias de funcionamiento se corresponden con las presentadas y son responsabilidad del anterior equipo de gobierno» (PSOE). A su vez reconoce «la profesionalidad y dedicación de los trabajadores de la Llar». Para los socialistas «se hace un burdo intento de traspasar acusaciones y defectos y si los trabajadores son los mismos y si son profesionales y tienen dedicación, las cosas no podían funcionar tan mal».

Después de la junta general se realizó el pleno ordinario. Llamó la atención especialmente el punto número 13, presentado por UM que instaba a que el catalán fuese la lengua vehicular en la futura rádio y televisión autonómica (IB3). El PP se abstuvo y salió adelante con los votos a favor de UM y el PSOE.