19/08/04 0:00
C.R.G.
La costa de la Isla está impregnada de obstáculos que impiden el
libre acceso al mar cuando en realidad el litoral -la zona del
dominio público marítimo-terrestre, en concreto- es totalmente
pública. La Ley de Costas de 1988 prohíbe terminantemente
actuaciones en esta franja del litoral, pero antes de su aprobación
se realizaron numerosas aberraciones que todavía se conservan. Hoy
en día estas obras, en su mayoría de iniciativa privada, indignan a
los ciudadanos. Recientemente, el Lobby per la Independència
reclamó el uso público de la piscina de Pedro J. Ramírez construida
en suelo de dominio público marítimo terrestre.
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