TW
0

El conseller d'Educació i Cultura del Goven, Francesc Fiol, fue recibido ayer con críticas por una parte de los más de 300 profesores participantes en la 33ª edición de la Escola d'Estiu, que se celebra en el Institut Pau Casesnoves de Inca organizada de forma asamblearia por el propio gremio de profesores, y cuyo inicio se remonta al año 1968. Francesc Fiol, que realizó la visita acompañado por la directora general d'Ordenació i Innovació, Joana Rosselló, vió cómo nada más llegar al centro un grupo de profesores le expresó su malestar y oposición a sus decisiones en política lingüística, que consideraron que «marginan al catalán», y le acusaron de desconocer la realidad educativa en este sentido.

En esta edición de la Escola d'Estiu más de 300 profesores de enseñanza infantil, primaria y secundaria están matriculados en las diferentes clases y cursos organizados. «Nos permite compartir metodologías y mantener una renovación pedagógica contínua», explica el director de la Escola d'Estiu, Pere Segura, que reconoce que «promovemos una enseñanza arraiga a la tierra, al entorno, a nuestro cultura y nuestra lengua». En total, durante los cinco días de celebración de la Escola d'Estiu, se impartirán 45 cursos, charlas y talleres, de los que 15 de ellos se desarrollan de forma virtual. Los profesores acuden a una primera sesión informativa y pueden desarrollar el resto del curso a través de Internet.

El conseller dialogó un buen rato con este grupo de profesores y defendió sus decisiones, afirmando que van encaminadas a igualar el conocimiento del castellano y el catalán. Después, mientras recorría las aulas donde se imparten los cursos de la Escola d'Estiu, acompañado por el director Pere Segura, unos 40 profesores presentes en una sala comenzaron a golpear las mesas en señal de protesta por su visita.