El Barranc de Biniaraix es una zona altamente protegida y visitada diariamente por caminantes.

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LL. GARCIA
Una obra ilegal en un olivar del Barranc de Biniaraix ha sido paralizada esta semana por el Consell de Mallorca a raíz de una denuncia interpuesta por un ciudadano ante el departamento de Medi Ambient i Natura del organismo insular.

Este departamento trasladó la denuncia a Patrimonio, ya que la obra en cuestión se ha realizado sin ningún tipo de licencia (de hecho no podría obtener licencia) dentro de un Àrea Natural de Especial Interés (ANEI), que además está catalogada como Bien de Interés Cultural. Según ha podido saber este medio ya hacía meses que caminantes y vecinos de esta zona del Barranc de Biniaraix observaban la construcción de un «segundo piso» sobre un porche tradicional de un olivar y el transporte de material de obra mediante una oruga que, en algunos tramos, también estropeó el camino histórico. La obra es visible desde ellogaret de Biniaraix, que precisamente ahora el Consell también declarará Bien de Interés Cultural a través del Plan Terrirorial.

A pesar de la evidencia de la actuación parece que no se presentó ninguna denuncia formal ante el Ajuntament hasta que ésta se hizo llegar al Consell el cual, ante la gravedad de los hechos, ha actuado en consecuencia.

Según las informaciones a las que este periódico ha tenido acceso, los celadores municipales visitaron las obras hace tres o cuatro semanas y así consta en el departamento correspondiente, sin que en este tiempo el Consistorio haya abierto ningún tipo de expediente a pesar de la extrema gravedad de la infracción, que incluso es denunciable por la vía penal. A pesar de eso, el concejal de obras y urbanismos del Ajuntament de Sóller, Gabriel Darder, ha dado un versión completamente diferente de los hechos ya que, según afirma, «el Ajuntament no tuvo constancia de la denuncia ni de que allí se hiciera ninguna obra ilegal hasta que el Consell nos notificó que se estaba cometiendo una infracción grave».

Según Darder «el Ajuntament actuó inmediatamente» aunque no explicó cuáles eran las actuaciones concretas que se habían emprendido para detener la obra desde la primera visita de los celadores, hace tres o cuatro semanas.