Las calles de Montuïri estuvieron repletas de gente, que aprovechó para adquirir productos artesanos. Foto: M.PUIGRÃ’S

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«Aquí el concurso de perdices puede verlo todo el mundo y luce más» o «este sitio no es el adecuado, en medio del bullicio las aves no cantan». Éstos eran los comentarios generalizados que se pudieron escuchar ayer en la XXVI edición de la Fira de la Perdiu de Montuïri.

La Societat de Caçadors de la localidad es la encargada año tras año de organizar el concurso de perdius de reclam, sin duda el acto estrella de una feria ya arraigada en Montuïri. En esta nueva edición se ha cambiado la ubicación del tradicional concurso, situándolo en la pista deportiva de Es Dau.

Este hecho ha gustado a la mayoría de visitantes aunque también pudieron oírse algunas voces críticas. El presidente de la Societat de Caçadors, Biel Bauçà, señaló que «desde la directiva estamos contentos. En algunas cosas como en la decoración para incentivar a las perdices hemos ganado pero en cambio el ruido de la feria nos desbarata más a los animales. En general se podría decir que nos gusta más Es Dau aunque, como todo, tenga sus pros y sus contras».

De este modo, todo parece indicar que de ahora en adelante ésta será la ubicación definitiva para el concurso de perdices. En esta ocasión, después de que los 65 participantes hubieran mostrado los ejemplares se procedió al desempate entre todos los que alcanzaron 24 puntos, la máxima puntuación conseguida ayer en Montuïri.

Finalmente Joan Barceló Prohens fue proclamado ganador y quién fuera campeón de España de caza con perdiz de reclamo, Esteva Barceló Cerdà, consiguió la segunda posición seguido de Miquel Font Socies.

Aparte del concurso de perdius, la Fira de Montuïri ofreció a los miles de visitantes otras alternativas. Así, la novena muestra de empresas locales situada frente a la Casa Consistorial fue uno de los lugares más visitados junto a la exhibición de automóviles de época que hicieron las delicias de pequeños y mayores que pudieron subir a algunos de ellos.